Contando con la participación de la ministra Marianela Cansino y el secretario Martín García Cainzo, se compartió con alumnos y docentes de la institución esta propuesta que mantiene por objeto involucrar a los varones en la lucha por la disminución de la violencia y que se enmarca en el reciente plan estratégico de prevención lanzado por el ejecutivo provincial.
En la mañana de ayer, la Secretaría de Derechos Humanos,
por medio del Programa de Desarrollo Territorial, conjuntamente con autoridades
del Colegio Salesiano Ángel Zerda, compartieron con los alumnos de la
institución la jornada “Varones por la
disminución de la Violencia de Género”. Dieron apertura a la misma el padre
rector Andrés Peirone, la rectora de la institución, Lic. Silvia Peralta, la
directora regional de ESI, Prof. Elisa Espeche y el director del Programa de
Desarrollo Territorial de la Secretaría de Derechos Humanos, Fernando Pequeño
Ragone.
Autoridades de la institución educativa y del Ministerio de Derechos Humanos en el panel de cierre. |
Estas jornadas son parte integrante de los
lineamientos y objetivos del plan de abordaje, prevención y erradicación del
plan estratégico provincial “UNIDOS POR UNA SALTA LIBRE DE VIOLENCIA”.
Tal programa se crea con el propósito de contribuir a la desnaturalización de
la violencia y a la erradicación de los patrones socioculturales de desigualdad
entre mujeres y varones, siendo conscientes que la violencia es una
problemática multicausal y, ante todo, de motivaciones culturales.
El encuentro se desarrolló en base a talleres
vivenciales y participativos coordinados por la Lic. Julieta Rivera, Aramis
Escobar y Eduardo Javier Sanchez. En el transcurso de los mismos, los alumnos debatieron
y luego expusieron las nociones tradicionales y propias de lo que es “ser varón”.
Asimismo, compararon sus diferentes ponencias.
Los alumnos trabajaron diferentes consignas grupales sobre masculinidades y violencia de género. |
El cierre de la jornada estuvo a cargo del
secretario de Derechos Humanos, Dr. Martín García Cainzo, y la titular de la
cartera de Derechos Humanos, C.P.N. Marianela Cansino; quienes destacaron la
importancia de replicar este tipo de jornadas en instituciones educativas para
repensar los idearios respecto a los “roles” que los varones deben cumplir en
la sociedad, como una apuesta a constituir nuevos sistemas de valores y modos
más equitativos de relacionamiento entre varones y mujeres.
La ministra describió los ejes del plan estratégico de abordaje, prevención y erradicación de la violencia de género. |
El abordaje con varones
Comprometer a los varones a romper el silencio es
fundamental. De hecho, se plasmó entre las palabras de los alumnos salesianos: “debemos
comenzar a hablar sobre violencia de género”, se leyó en uno de los afiches.
Evitar que miren para otro lado porque no son las víctimas ni se consideran
agresores. Implicarlos para que no sean cómplices por denegación de ayuda y por
permitir que quienes maltratan se sientan impunes. Y estimularlos para trabajar
junto con las mujeres en la lucha contra la violencia Y no sólo contra las
grandes violencias, sino también contra las múltiples formas de violencia
social, sexual y doméstica contra ellas.
En cuanto al ámbito educativo, y en
especial en establecimientos donde sólo se educa a varones –como es el caso del
Colegio Salesiano– las estrategias con profesores, alumnos, psicopedagogos/as y
orientadores/as, deben centrarse al menos en:
· Programas
de sensibilización contra la violencia de género, y a favor de la igualdad,
la paz y el respeto mutuos.
· Programas
transversales para transformar los estereotipos masculinos violentos, y en los
que se incluyan actividades dedicadas específicamente a los varones.
·
Actuaciones para visibilizar y no silenciar el problema de la violencia.
· Actuaciones
para detectar a los chicos con perfiles de riesgo.
·
Actuaciones de desestigmatización del varón violento (a los fines de reconducir
su conducta)
· Difusión
de las acciones de los varones que trabajan contra la violencia.
El abordaje no se agota en la asistencia a las
víctimas, sino que resulta necesario intervenir en la modificación profunda de los orígenes
culturales que provocan y sostienen la violencia. En tal sentido, resulta de
vital importancia contribuir desde los primeros procesos de socialización y
formación de niños/as y jóvenes para la configuración de nuevos sistemas de
valores y para repensar nuestras estructuras relacionales: constituyendo
vínculos menos violentos y más equitativos y democráticos.
La pregunta "¿se cuestionaron alguna vez cómo aprendieron a ser varones?" resultó disruptiva en el alumnado y despertó, a priori, enorme sorpresa en sus rostros; lo que resultó grato en gran nivel: la sorpresa, siempre, cuanto menos, es significante de una apertura hacia el interés y la pregunta. Es momento de seguir generando y multiplicando sorpresas en el alumnado, sobre todo en el masculino. Desde luego, el acompañamiento e intervención institucional de las autoridades educativas –como ya lo demostraron las salesianas en la posibilidad del dictado de esta jornada– debe darse paralelamente al compromiso por parte del alumnado.
Resulta imperioso que los varones salgan del aislamiento, rompan
su silencio, participen activamente en la lucha contra la violencia masculina
contra las mujeres en lo público y en lo privado, denuncien, convenzan a otros
varones, cuestionen sus hábitos machistas, no sean cómplices de las violencias
de otros varones, se reúnan para hablar de lo que significa ser hombre hoy,
apoyen a las mujeres, hablen con los que ejercen (incluido uno mismo) las mil y
una formas de violencias, abusos y maltratos y no las
permitan. Es de justicia, y muchas mujeres lo están esperando.
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