Jornadas por masculinidades democráticas en la prevención del delito de trata de personas, en los colegios "Dr. Facundo de Zuviría" y "Dr. Mariano Moreno". Entre ambas instituciones, participaron alrededor de 400 personas: alumnos, alumnas y docentes.
Varones del colegio Dr. Facundo Zuviría que suman sus voces a la causa. |
En la ciudad de Gral. Güemes el equipo del Programa de Desarrollo Territorial llevó adelante durante el día jueves 22 de octubre talleres de capacitación sobre prevención del delito de trata de personas destinado a alumnos y alumnas de los Colegios Secundarios locales. Estas capacitaciones tienen por objetivo posibilitar la reflexión sobre este fenómeno que visibiliza las peores consecuencias de la violencia y cosificación hacia las personas, desde una perspectiva que pone el énfasis en las estructuras sociales y culturales que naturalizan estas prácticas. En tal sentido, los talleres avanzan en la construcción de espacios de re significación de lo que los y las jóvenes actuales entiende y experimenta como lo masculino, y su vinculación con la violencia de género y la trata de personas.
La Secretaría de DD.HH. de la provincia junto a la Secretaría de la Juventud del municipio de Güemes y el Grupo de Jóvenes 7 de Mayo, trabajaron coordinadamente en la organización de ambas jornadas. |
En esta
oportunidad el quipo del Programa de Desarrollo Territorial de la Secretaría de Derechos Humanos de la provincia de Salta, dirigido por Fernando Pequeño Ragone, junto a la Secretaría de la Juventud del municipio de Gral. Güemes, encabezada por Carlos Kety, y el Grupo de Jóvenes 7 de Mayo, a cargo de Daniel Salum, coordinaron y presentaron las jornadas en el colegio “Dr. Facundo de Zuviría” –por la mañana–
y el colegio “Dr. Mariano Moreno” (ex Colegio Nacional) –por la tarde– con jóvenes de 8º y 9º
año, por lo cual la población destinataria de esta acción sumó un total de 400
personas entre alumnos, alumnas y docentes.
Varones y mujeres del colegio Zuviría se comprometieron en generar nuevos vínculos y valores. |
Las
actividades en cada taller fueron propuestas
de trabajo entendidas como herramientas iniciales para comenzar a delinear
colectivamente una transformación social que tenga como protagonistas a los jóvenes. Su
objetivo fue el de involucrarlos en la construcción de interacciones que
contribuyan a la equidad de género
y a una buena convivencia entre mujeres
y varones como así también entre los mismos varones y sus pares.
Coordinados por la Lic. Julieta Rivera y el Cr. Javier Sanchez Vedelago, el taller se
organizó en dos momentos, siendo el primero destinado a una actividad
motivadora iniciadora en la reflexión
sobre la construcción cultural de la masculinidad; esto para visibilizar estereotipos y valores que dan
lugar a prácticas que tienen efectos negativos como la violencia, como así
también detectar transformaciones positivas que coadyuven a la consolidación de
convivencias democráticas y saludables. Posteriormente se brindó un breve apartado
destinado a información sobre conceptos importantes y necesarios para la
discusión con los talleristas, como masculinidad, varón, patriarcado,
violencia, trata, discriminación, género, etc.
Ahora bien, las
primeras conclusiones emergentes en base a los resultados del taller con estos
colegios se observa una impronta de estereotipos sobre la masculinidad que conciben a varones jóvenes con:
Fragmento del desarrollo del taller en el colegio Dr. Facundo Zuviría. |
Esto se traduce
en muchas expresiones y características que los jóvenes señalan como propias de
los varones en Güemes: “los varones usan pelo corto”, “son irresponsables”,
“mujeriegos”.
2.- Identidad masculina ligada al cumplimiento de las expectativas
económicas que la sociedad tiene.
Explicitado en
características marcadas por los jóvenes de los colegios, tales como “los
varones trabajan para llevar plata a su casa”; “son el sostén del hogar”, “usan
ropa a la moda para presumir a las chicas”.
El alumnado del colegio Dr. Mariano Moreno también compartió la jornada. |
Expresiones como
“los varones son machistas”, “le faltan el respeto a las mujeres”, “se drogan”,
“Beben alcohol” son indicios que expresan una forma de ser varón atravesada por
prácticas violentas que han sido asumidas como naturales.
Se nos presenta
entonces un panorama de alta complejidad sobre el cual se deben planificar
estrategias para subvertir estas visiones e iniciar un proceso donde se
involucren todos los actores de las comunidades educativas; y actores
municipales comprometidos con el desarrollo local y regional, a favor de una discusión profunda de estereotipos e
identidades que colaboran a la permanencia y reproducción de vínculos violentos
entre los jóvenes. Este proceso debería acompañar en paralelo a los objetivos
de la Educación sexual Integral brindada en los establecimientos educativos, al
Programa de Educación Sexual Integral del Ministerio de Derechos Humanos, como
también acciones desde las áreas del municipio y provinciales pertinentes,
tales como las Dirección de la Juventud
y Dirección de la Diversidad (Municipalidad de Gral. Güemes) y el Ministerio de
DDHH de la provincia.
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